martes, 12 de marzo de 2013

¿Exfoliación facial? ¡Sí!

Siempre he leído que se recomienda exfoliar la piel del rostro una vez a la semana o una vez cada X días. Dependiendo de nuestro tipo de piel y el tamaño de los gránulos para realizar la exfoliación.
Podemos decantarnos por comprar cualquiera de los productos que existen en el mercado (que son un montón) o podemos fabricarnos el nuestro en casa.

Yo he hecho las dos cosas. La verdad es que no he comprado muchos productos de este estilo en mi vida. Me he decantado más por fabricármelo yo misma.

Por ejemplo, un ungüento exfoliante muy fácil de hacer en casa es mezclar:
sal y aceite (de almendras o de oliva nos serviría)
La sal es la que nos haría la función de exfoliar y el aceite no ayudaría a extender la mezcla, hidratar y cuidar la piel.

Hay que tener en cuenta que algunas mezclas exfoliantes pueden ser muy agresivas, ya que podrían rascar demasiado e irritar la piel. Así que, es recomendable buscar una receta que esté indicada para nuestro tipo de piel, ya sea sensible, grasa, mixta, etc. Es sólo buscar durante un par de minutos más :P
Respecto a la frecuencia de aplicación, yo no voy con el calendario a cuestas... simplemente me fijo un poco en lo que mi piel me transmite.

Mi "truco" para saber si necesito realizar este tratamiento es pasarme la yema de los dedos sobre la piel del tabique nasal. Si no noto la piel lisa y se notan los "poritos" pues entonces sé que debo hacerme una exfoliación. Es bastante notorio el cambio del antes y el después... la piel queda muy lisa y suave por esa zona.

Actualmente, utilizo un producto que me compré este verano a base de sales del mar muerto y mezcla de aceites. Lo utilizo como exfoliante corporal en la ducha y también como facial.
Rasca bastante, así que para aplicármelo en la cara me humedezco bastante la piel. De esta manera los gránulos de sal se disuelven un poco y no parece que te estés pasando el papel de lija por el careto...

Los pasos que realizo exactamente en todo este ritual son:

  1. Limpiar con un gel limpiador o jabón. El que utilizo actualmente es un gel limpiador de mercadona que lleva ácido salicílico. El ácido salicílico funciona como peeling químico y ayuda a la prevención de espinillas y acné.
  2. Enjuago el jabón y con la cara húmeda aplico la mezcla exfoliante. Realizo movimientos circulares, sin apretar. Insisto en zonas como la nariz, la frente y la barbilla.
  3. Retiro con agua tibia y aplico un tónico calmante o para piel sensible.
  4. Aplico gel de aloe vera hasta que se absorba completamente.
  5. Y por último me aplico mi contorno de ojos y mi crema hidratante o nutritiva. En estas ocasiones intento utilizar una crema hidratante algo más "potente" que la que utilizo normalmente ya que al limpiar y despejar los poros lo que apliquemos posteriormente se absorberá mucho mejor (aparte que nuestra piel en ese momento estará pidiendo a gritos consuelo).

He de decir que este tipo de tratamiento se debería hacer de noche o cuando ya  no vayamos a exponernos a luz solar, ya que estamos "irritando" la piel y quitándole las posibles células muertas que tenga en la superfície dejándola desprotegida. Por eso es importante aplicarnos después productos que nos ayuden a calmar y regenerar la piel.

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